Con el tiempo se van viendo algunos de los resultados obtenidos en el trabajo constante de investigación. Tengo la profunda convicción de que un investigador que llega a su "acmé", a su mejor momento vital, no puede ni debe seguir haciendo las mismas cosas que cuando era ayudante o becario. Pasa el tiempo de poner ladrillos y llega el momento de ver cómo ha quedado el edificio construido con tanta paciencia y tesón a lo largo de los años. Mis antiguas intuiciones sobre cómo se han podido relacionar los autores antiguos y los modernos hoy día constituyen un corpus teórico de cierta complejidad. Ya he desplegado en varias publicaciones esta propuesta de "encuentros complejos", basada, básicametne, en cuatro tipos de encuentro (a partir de la persona del autor antiguo o su obra, a partir de sus textos, a partir de la crítica o el comentario de ese autor, o desde la relectura de una género antiguo a partir de otro moderno) y en diversas tensiones que articulan tales encuentros (antiguo/moderno, aquí/allí...). Se trata de una aproximación sistémica, que entiende la literatura no tanto en términos de suma de obra sino de articulación de singularidades. Quisiera hoy hacer unas cuantas puntualizaciones acerca del cuarto tipo de encuentos a los que me he referido más arriba, al de la lectura de un género antiguo a partir de otro moderno. Resulta muy interesante observar cómo se actualizan ciertas obras de la Antigüedad desde nuevos sentidos insospechados. Dice Borges que "Épocas hubo en que se leían las páginas de Plinio en busca de precisiones; hoy las leemos en busca de maravillas, y ese cambio no ha vulnerado la fortuna de Plinio". Fue una frase que me impactó, y que me hizo volver a su cuento "Funes el memorioso", no en vano inspirado en la obra de Plinio el Viejo, con nuevas perspectivas.
El encuentro entre un texto antiguo y uno moderno supone una trascendencia que va mucho más allá de su mera materialidad. A menudo, es posible apreciar un rico juego de fusiones imprevistas entre géneros antiguos y modernos. A la dificultad que de por sí conlleva el estudio de los géneros literarios se suma la circunstancia de sus posibles transformaciones y fusiones cuando los géneros literarios de la Antigüedad se encuentran con géneros propios de las literaturas modernas. Esta relación entre géneros supone un interesante y complejo punto de contacto entre las literaturas modernas y las antiguas, provistas de géneros tan particulares como la sátira, o de otros que hoy se nos antojan híbridos, como la poesía científica. No por obvio es menos importante que, en lo que a la literatura moderna respecta, el género fundamental sea la novela, que, como bien señala Marguerite Yourcenar hablando de sus Memorias de Adriano, "devora hoy todas las formas: estamos casi obligados a pasar por ella; este estudio sobre la suerte de un hombre que se llamó Adriano hubiera sido una tragedia en el siglo XVII y un ensayo en el Renacimiento" (Yourcenar o.c., p. 254). Así las cosas, al hablar de las relaciones entre géneros antiguos y modernos debemos estar dispuestos al asombro que nos van a reportar las posibles combinaciones y relecturas. Tan sólo por enumerar algunas de las relaciones más significativas, podemos hacernos una idea de la envergadura del tema propuesto considerando las siguientes posibilidades:
-Antigua épica y nuevos géneros modernos. Se trata de una de las relaciones más estudiadas. En nuestro caso, hemos analizado diferentes modalidades, como la relación entre épica y moderna literatura burguesa (desde Goethe, precisamente su creación de una “épica burguesa” en Hermann y Dorotea), o la peculiar transformación que Jorge Luis Borges hace de la Eneida, despojándola de sus elementos épicos y transformándola en una moderna elegía.
-La antigua erudición convertida después en relato fantástico. Esta compleja relación, que explica muchos aspectos de la moderna literatura fantástica, se puede ilustrar con las lecturas que del enciclopedista latino Plinio el Viejo hacen autores como Jorge Luis Borges o Italo Calvino.
-Antiguos textos históricos y modernos relatos de viaje. Relación muy productiva que agrupa a autores de carácter muy diverso. Las lecturas que de Herodoto han hecho autores como Álvaro Cunqueiro, o más recientemente, el holandés M. Ondaatge y el polaco R. Kapuscinski, ilustran bien este encuentro.
-Antiguos textos de ciencia y modernos textos poéticos. Se encuadra dentro de un tema más general, como es el de la relación entre la ciencia y la creación literaria. En este capítulo recorreremos con cierto detenimiento la relectura que de Dioscórides hace el poeta Antonio Gamoneda.
-Literatura grecolatina y novela experimental. Una de las relaciones más insospechadas y, sin embargo, más interesantes. Autores como Cortázar juegan con viejas palabras latinas para crear sus particulares mundos verbales.
El encuentro entre un texto antiguo y uno moderno supone una trascendencia que va mucho más allá de su mera materialidad. A menudo, es posible apreciar un rico juego de fusiones imprevistas entre géneros antiguos y modernos. A la dificultad que de por sí conlleva el estudio de los géneros literarios se suma la circunstancia de sus posibles transformaciones y fusiones cuando los géneros literarios de la Antigüedad se encuentran con géneros propios de las literaturas modernas. Esta relación entre géneros supone un interesante y complejo punto de contacto entre las literaturas modernas y las antiguas, provistas de géneros tan particulares como la sátira, o de otros que hoy se nos antojan híbridos, como la poesía científica. No por obvio es menos importante que, en lo que a la literatura moderna respecta, el género fundamental sea la novela, que, como bien señala Marguerite Yourcenar hablando de sus Memorias de Adriano, "devora hoy todas las formas: estamos casi obligados a pasar por ella; este estudio sobre la suerte de un hombre que se llamó Adriano hubiera sido una tragedia en el siglo XVII y un ensayo en el Renacimiento" (Yourcenar o.c., p. 254). Así las cosas, al hablar de las relaciones entre géneros antiguos y modernos debemos estar dispuestos al asombro que nos van a reportar las posibles combinaciones y relecturas. Tan sólo por enumerar algunas de las relaciones más significativas, podemos hacernos una idea de la envergadura del tema propuesto considerando las siguientes posibilidades:
-Antigua épica y nuevos géneros modernos. Se trata de una de las relaciones más estudiadas. En nuestro caso, hemos analizado diferentes modalidades, como la relación entre épica y moderna literatura burguesa (desde Goethe, precisamente su creación de una “épica burguesa” en Hermann y Dorotea), o la peculiar transformación que Jorge Luis Borges hace de la Eneida, despojándola de sus elementos épicos y transformándola en una moderna elegía.
-La antigua erudición convertida después en relato fantástico. Esta compleja relación, que explica muchos aspectos de la moderna literatura fantástica, se puede ilustrar con las lecturas que del enciclopedista latino Plinio el Viejo hacen autores como Jorge Luis Borges o Italo Calvino.
-Antiguos textos históricos y modernos relatos de viaje. Relación muy productiva que agrupa a autores de carácter muy diverso. Las lecturas que de Herodoto han hecho autores como Álvaro Cunqueiro, o más recientemente, el holandés M. Ondaatge y el polaco R. Kapuscinski, ilustran bien este encuentro.
-Antiguos textos de ciencia y modernos textos poéticos. Se encuadra dentro de un tema más general, como es el de la relación entre la ciencia y la creación literaria. En este capítulo recorreremos con cierto detenimiento la relectura que de Dioscórides hace el poeta Antonio Gamoneda.
-Literatura grecolatina y novela experimental. Una de las relaciones más insospechadas y, sin embargo, más interesantes. Autores como Cortázar juegan con viejas palabras latinas para crear sus particulares mundos verbales.
Lograr dar una visión mínimamente sistemática de tales encuentros ya sería un gran avance para la teoría que propongo.
Francisco García Jurado
H.L.G.E.
No hay comentarios:
Publicar un comentario