jueves, 22 de enero de 2009

BICENTENARIO DE EDGAR ALLAN POE: POE Y LOS CLÁSICOS

CRÓNICA DE ANA GONZÁLEZ-RIVAS.-
Como algunos ya sabréis, el pasado 19 de enero se celebró el bicentenario del nacimiento de Edgar Allan Poe (1809-1849). Poe, padre literario de los poetas malditos franceses y de toda una legión de autores góticos que surgieron a su estela desde la segunda mitad del siglo XIX, sigue siendo hoy un punto de referencia, no sólo en la literatura de terror, sino en las muchas y variadas manifestaciones de la literatura fantástica. Prueba de ello es que, doscientos años después, Poe sigue contando con miles de seguidores que no han olvidado su cumpleaños. Entre ellos, el archiconocido como “Poe Toaster” (“el que brinda por Poe”), que todos los años visita la tumba del poeta la noche del 19 de enero, y deja sobre su lápida tres rosas rojas y media botella de coñac, en honor a este maestro del género fantástico. No es un secreto que los hados no fueron especialmente favorables a Poe, el cual tuvo que vérselas con el rechazo familiar, la pobreza, el desempleo y sus problemas con el alcohol. Tampoco el amor logró salvar a Poe, quién, una vez muerta su joven esposa Virgina, se precipitó aún más deprisa hacia su desgraciado final. Lamentablemente, la azarosa vida de Edgar Allan Poe empañó sus éxitos literarios, y en más de una ocasión el mismo poeta llegó a sabotear grandes oportunidades, como la que tuvo de conocer en persona al presidente de los Estados Unidos y de fundar, asimismo, su propia revista (planes que quedaron truncados por una borrachera bastante inadecuada). No obstante, Poe se defendió de esta imagen de escritor perdido, siendo consciente de que, ante los demás, destacaban más sus momentos de locura y enajenación que los días de trabajo constante en su escritorio. Y como prueba de su constancia, su herencia: una gran colección de cuentos y poemas, ensayos y reseñas, y, sobre todo, una nueva concepción del misterio, que desde entonces sigue configurando nuestras expectativas como lectores de lo fantástico. ¿Quién no se ha estremecido con el martilleo de los versos de El Cuervo, esa bestia alada y ominosa? ¿Quién no ha temblado ante la imagen sangrante de la desdentada Berenice, o el cadáver palpitante de Ligeia, recién resucitada bajo la mortaja? Guy de Maupassant, Oscar Wilde, M. R. James, Baudelaire y tantos otros rinden pleitesía a Poe, y parten de sus narraciones y poemas para el nuevo imaginario de terror y misterio finisecular. Pero, ¿quién o quiénes fueron la fuente de la que bebió Poe? Sin duda, él conocía muy bien toda la tradición gótica que había comenzado con Horace Walpole y su novedoso (y algo exagerado) The Castle of Otranto; pero su cultura iba mucho más allá: Poe leyó literatura francesa, española, y, por lejano que pueda parecer a su estética, también Poe era lector de los clásicos grecolatinos. Los utiliza en las citas y referencias, en su lengua original y en traducción; los recrea desde la mitología, que está detrás de algunos de sus personajes (véase a la Marquesa Afrodita, en “The Assignation”); e incluso los reinventa, creando nuevas citas y poniéndolas en boca de filósofos, como la cita inicial de Séneca que encabeza el cuento de “The Purloined Letter”. Poe, clásico él mismo por su lugar en la literatura universal, también se ha dejado seducir por los otros clásicos, que siguen en el fondo de la literatura fantástica moderna. El bicentenario de Poe, por tanto, merece que se celebre a lo grande. Y, de hecho, ya hay varios actos programados entorno a este motivo. El pasado sábado 17 la librería “Tres Rosas Amarillas” organizó en Madrid una lectura pública de los cuentos de Poe que tuvo una gran afluencia de público, una parte del cual acudió disfrazado con motivos “poenianos”. El mismo lunes 19, aniversario del nacimiento, otra lectura fue organizada por la librería “Estudio en Escarlata”. En mayo, en la Universidad de Alcalá, está previsto el congreso internacional “Poe presente en el siglo de la ansiedad” (21-23 de mayo). Y dentro de tan sólo dos semanas, del 3 al 6 de febrero, se celebrará en la Facultad de Humanidades de Albacete (UCLM) el congreso internacional “Edgar Allan Poe: doscientos años después”, donde tendré el placer de participar con una comunicación sobre “The Assigantion: cita entre lo clásico y lo gótico”. Siguiendo dentro de lo académico, Francisco García Jurado y yo hemos publicado recientemente el artículo “Death and Love: Edgar Allan Poe’s and Marcel Schwob’s Readings of the Classics”, en la revista electrónica CLCWeb: Comparative Literature and Culture (ISSN 1481-4374). Purdue University, Volume 10 Issue 3 (September 2008). Cultural Scenarios of the Fantastic (puede consultarse en http://docs.lib.purdue.edu/clcweb/vol10/iss4/4/). Asimismo, este año son varias las editoriales que han reeditado los cuentos de Poe: Cuentos completos (Edhasa), Todos los cuentos (Galaxia Gutenberg) y Cuentos completos. Edición comentada (Páginas de Espuma). Además, se ha editado en español Poe. Una vida trucada, de Peter Ackroyd, traducción de Bernardo Moreno Carrillo, Edhasa, 2009 (Poe. A life Cut Short, Chatto & Windus, 2008), una biografía que trata de desvelar la verdad sobre la muerte de Poe y sus últimos días, un tema que siempre ha estado rodeado de misterio (como si el propio escritor se hubiera contagiado de su ficción). Precisamente estos últimos momentos del autor es el tema central de la obra “Sombras y Preguntas”, que representará la compañía teatral “La Paranoia de Trastaravíes” el próximo día 31 de enero, a las 20.00, en el Teatro García Lorca de Getafe. Dirigida por Natividad Gómez, “Sombras y Preguntas” nos adentrará en la mente de Poe y en las circunstancias de muerte, planteadas esta vez desde el escenario. Ésta es sólo una pequeña muestra de lo que representa el bicentenario de Poe; otros congresos, coloquios y seminarios están también previstos, tanto en España como en otros muchos rincones del mundo, que quieren dar así su particular homenaje al escritor. Su estela está viva, más viva que nunca, y seguirá inspirando a muchos de los poetas y narradores que todavía han de venir. Brindemos pues, todos, por este genial escritor.


Ana González-Rivas Fernández, Lda.
Dpto. Filología LatinaFacultad de Filología
Universidad Complutense de Madrid

7 comentarios:

Unknown dijo...

Gracias, Ana, por esta crónica, muy llamativa y entusiasta, sobre el bicentenario de Poe. Leerla da ganas de volver a estremecer con esos cuentos 'bien hechos' que logran dominar el terror a través de la forma literaria - Christopher

el cuervo dijo...

Magnífico artículo, muy bien desarrollado, dan ganas de releer a este maravilloso autor. Gracias

Unknown dijo...

Muchas gracias a los dos por vuestras palabras! Me alegro de que os haya gustado. Creo que el interés por Poe nunca se agota. Todos los eventos programados para este bicentenario prometen.

Anónimo dijo...

"No obstante, Poe se defendió de esta imagen de escritor perdido, siendo consciente de que, ante los demás, destacaban más sus momentos de locura y enajenación que los días de trabajo constante en su escritorio"

Bien visto. Afortunadamente, el tiempo, al menos de vez en cuando, acaba poniendo a cada uno en su sitio.

Me ha encantado la entrada. Un brindis por la bestia alada y ominosa y tres rosas rojas para la autora.

Unknown dijo...

Muchas gracias, Susan L., por tu comentario y por tus rosas!! Pues sí, parece que finalmente esos días de trabajo tuvieron sus frutos. Lástima que, como a otros muchos autores, la fama le llegara post-mortem. Por lo menos logró la inmortalidad con su obra; y, al fin y al cabo, ya desde tiempos de Horacio, ése es el verdadero deseo de los poetas.

Melchurias dijo...

Hola!
Estudio diseño grafico en la Universidad de Buenos Aires y estoy haciendo un trabajo de Poe, quisiera saber si tendria más informacion de el. Si conoce alguna web oficial, etc... de ser asi le pido me la envie a mi correo electronico.
Desde ya mil gracias!

Francisco García Jurado dijo...

Estimada Melina, te recomiendo que escribas a Ana, la autora de este blog, pues ella es la autoridad en esto.