Regreso a una de esas cuestiones inagotables que llenan de gozo mi vida intelectual, la relación del latín con la literatura moderna. Ya he contado en ocasiones previas qué interesante es el cuento “Funes el Memorioso”, de Jorge Luis Borges, y cómo aparece en él la antigua erudición de Plinio el Viejo convertida en relato fantástico. Ahora quisiera centrarme en un texto latino que Borges tiene el cuidado de citar en el cuento. POR FRANCISCO GARCÍA JURADO
Antes de nada, no quiero dejar de pasar esta ocasión sin recomendar la lectura de un trabajo que me ha parecido excelente: Victor Gustavo Zonaca, “Memoria del mundo clásico en «Funes el Memorioso»“, Revista de Literaturas Modernas 36, 2006, pp. 207-233. Disponible en la dirección electrónica http://bdigital.uncu.edu.ar/objetos_digitales/1212/zonanarlm36.pdf consultada el 13 de mayo de 2012. Es un trabajo escrito desde el saber hacer, con honestidad e inteligencia. Hoy sólo quería hacer notar que hay un momento determinado donde Borges deja que leamos una frase latina de Plinio dentro de su cuento:
“En el decente rancho, la madre de Funes me recibió.
Me dijo que Ireneo estaba en la pieza del fondo y que no me extrañara encontrarla a oscuras, porque Ireneo sabía pasarse las horas muertas sin encender la vela. Atravesé el patio de baldosa, el corredorcito; llegué al segundo patio. Había una parra; la oscuridad pudo parecerme total. Oí de pronto la alta y burlona voz de Ireneo. Esa voz hablaba en latín; esa voz (que venía de la tiniebla) articulaba con moroso deleite un discurso o plegaria o incantación. Resonaron las sílabas romanas en el patio de tierra; mi temor las creía indescifrables, interminables; después, en el enorme diálogo de esa noche, supe que formaban el primer párrafo del vigesimocuarto capítulo del libro séptimo de la Naturalis historia. La materia de ese capítulo es la memoria; las palabras últimas fueron ut nihil non iisdem verbis redderetur auditum.”
“No trataré de reproducir sus palabras, irrecuperables ahora. Prefiero resumir con veracidad las muchas cosas que me dijo Ireneo. El estilo indirecto es remoto y débil; yo sé que sacrifico la eficacia de mi relato; que mis lectores se imaginen los entrecortados períodos que me abrumaron esa noche.”
Borges regresa a la frase latina, pero el sentido es ahora bien distinto, pues el narrador es incapaz de repetir todas las palabras tal como las ha proferido Funes. En realidad, si tradujéramos la primera frase de este último párrafo citado, deberíamos decir: nihil iisdem suis verbis reddam auditum. Aquí faltaría ahora ese adverbio non que vuelve la frase tan especial. No creemos que el texto latino sea casual en este cuento, ni por la lógica de la propia doble negación ni por el contenido que encierra. Alguien que pudiera repetir todas las palabras que ha oído, al igual que recordar todas las hojas del árbol que acaba de ver, incurriría en el defecto de no olvidar prudentemente aquello que es prescindible. FRANCISCO GARCÍA JURADO
7 comentarios:
Fantástico. Enhorabuena por el artículo. Me ha parecido interesantísimo.
Recién leo este artículo (y el de Víctor. G. Zonana), Paco. Me ha gustado (y servido) muchísimo. Abrazo, Laura
Recién leo este artículo (y el de Víctor. G. Zonana), Paco. Me ha gustado (y servido) muchísimo. Abrazo, Laura
Espero recordar (si es que recordar es un verbo real) estas descripciones para mi examen de mañana, saludos
Muchas gracias por este aporte, me pareció muy interesante e ilustrativo. Les cuento, además, que compartimos la afición por los blogs y, al parecer, por los libros, ya que en mi blog (redactarmejor.blogspot.com, que los invito a visitar) también utilicé la imagen de bibliotecas.
Saludos cordiales desde, Uruguay.
Martín Acuña
Que coincidencia tan grata. Acabo de leer (releer) ese extraordinario relato cuya historia viví a mi manera. No puedo dejar de señalar el extraño parentesco que tengo con la historia. Desde el paisaje mismo hasta la virtud de haber estado presente en ese instante.
No abono el misterio al relato, no sería genuino ni veraz si lo hiciera así. Pero sigo sintiendo con esa misma fuerza la presencia de que lo cierto es "que seguimos postergando todo lo postergable; tal vez todos sabemos profundamente que somos inmortales y que tarde o temprano, todo hombre hará todas las cosas y sabrá todo"
Que gusto haber leído tu aporte acerca del sentido abierto y cerrado de la expresión latina en español"ut nihil non iisdem verbis redderetur auditum" y la doble negación que vagamente representa o ilustra la afirmación de esa doble negación en español.
Espero no haberme confundido, confieso el escaso o nulo conocimientos del latín. Recuerdo con agritud mis años escolares donde asistíamos a un funeral cada vez que escuchaba un latinismo. Una lengua muerta.
Un abrazo, Adonis Salloum adonaisab@gmail.com
Excelente. Gracias por la aclaración.
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