jueves, 5 de enero de 2012

Habitar los textos, o el humanismo de Aulo Gelio

Hoy vamos a dedicar nuestra entrada a la posibilidad de releer los textos antiguos desde nuevas claves interpretativas que nos permitan, incluso, habitarlos. Esto es lo que ha ocurrido singularmente con las Noches Áticas de Aulo Gelio. Esta obra ha pasado de ser una mera cantera de datos a tener un argumento vital, de carácter humanístico. Creo que Gelio se hubiera alegrado al saber que, finalmente, lectores muy lejanos a él en el tiempo han logrado encontrar un sentido a la variedad de sus textos. Las Noches Áticas se convierten de esta forma en un lugar imaginario donde habitar, que no deja de ser una forma esencial de humanismo. POR FRANCISCO GARCÍA JURADO
Dedicado al profesor Ángel López, lector de Aulo Gelio
Hace unos años, junto a la Universidad Humboldt de Berlín, me acerqué a la estatua de Heinrich Heyne, el autor de las Noches Florentinas (en la fotografía). En aquel momento pude intuir igualmente esta sensación de habitar espacios literarios donde el tiempo se tiñe de la emoción de un lugar. Las noches se vuelven áticas o florentinas, es decir, se impregnan de un lugar y el tiempo especial de nuestras lecturas es capaz de trasladarnos a tales espacio imaginarios.
Desde que el latinista René Marache propuso en los años ´60 del pasado siglo XX la relectura de las Noctes Atticae en clave del llamado “humanismo geliano”, se ha puesto en evidencia la pluralidad de lecturas posibles que ofrece la erudición en Gelio. La interpretación de Marache, basada en la primacía de la moral y la doctrina de la limitación, fue contestada al menos parcialmente por Holford-Strevens, atendiendo a las incoherencias encontradas en las propias Noches Áticas entre la teoría y la práctica. Se ha seguido revisando la cuestión, y destaca en particular el trabajo de Beall (2004), que revisa la propuesta de Marache no tanto como la única posibilidad de lectura de las Noches Átcias, sino como una de las posibles en un contexto de intereses variados. Beall ha puesto de manifiesto la complejidad de valores que tiene la erudición dentro de la visión del mundo que ofrece Gelio: el saber sirve, entre otras cosas, para la propia felicidad, dentro de la consideración del ser humano como un fin en sí mismo (Beall 2004: 221). En todo caso, la formulación del “humanismo geliano” por parte de Marache y la nueva orientación de tales estudios sobre las Noches Átcias van arrojando desde hace unos años una nueva visión tanto de la persona de Gelio como de su obra, valorada en su conjunto y no como una mera compilación de datos. Esta nueva consideración de Gelio, propia de una filología menos positivista, nos invita a llevar a cabo interesantes indagaciones en torno a un autor que sigue mereciendo la discreta atención de estudiosos y escritores modernos. FRANCISCO GARCÍA JURADO

2 comentarios:

ANTONIO SERRANO CUETO dijo...

Querido Paco, enlazo este blog tan interesante al mío. Feliz Año y un abrazo.

Francisco García Jurado dijo...

Muchas gracias, Antonio. No había visto tu blog, y me he quedado gratamente sorprendido.