Fue mi colega (y, sin embargo amigo), el dr. Pedro Conde Parrado, profesor de la Universidad de Valladolid, quien primero me habló sobre este singular capítulo de la historia de la filología: la búsqueda de un manuscrito latino de la Germania de Tácito orquestada nada menos que por Himmler. Durante los tiempos del fascismo mussoliniano, una delegación nazi acudió a una población cercana a Osimo para llevarse un códice medieval. El manuscrito, felizmente, no cayó en manos de los nazis, pero casi termina devorado por las aguas durante la inundación que sufrió Florencia en 1964. Este asunto es parte de lo que nos cuenta Christopher B. Krebs en su obra titulada "El libro más peligroso. La Germania de Tácito, del imperio romano al Tercer Reich". El libro es interesantísimo, pero no creo que satisfaga las expectativas de todos los lectores, y mucho menos de los que vayan buscando una mera historia de nazis. POR FRANCISCO GARCÍA JURADO HLGE
Se nota a primera vista que Krebs es un buen especialista tanto en Tácito como en la historia textual de su obra titulada Germania, ese librito que marca, en cierto sentido, el nacimiento de la literatura etnográfica en Roma. Como alguien que nunca ha estado probablemente en la Germania, Tácito recurre a fuentes de terceros y a lugares comunes para describir las costumbres germanas que, al cabo del tiempo, pasaron a legitimar ciertas teorías raciales acerca de los rubios guerreros del norte. Krebbs tiene una sólida formación germánica y ahora, por lo que puedo ver en la página web de la Universidad de Harvard, forma parte de la plantilla de su departamento de clásicas. Esta doble cirtunstancia, imagino, le obliga a demostrarnos casi en cada una de las páginas del libro que es un profesor brillante y excepcionalmente documentado, lo que hace que este libro rebose de erudición, a menudo alimentada por la descomunal biblioteca Widener de la misma Harvard. Krebbs hace lo que podemos interpretar como una "historia cultural" de la Germania de Tácito, no una mera historia textual. Con ello quiero decir que Krebs busca mostrarnos no tanto la lectura o la tradición del libro de Tácito como su SIGNIFICADO SIMBÓLICO desde la Antigüedad hasta el siglo XX. La Germania, en este sentido, está muy cerca del mismo tejido que construye las invenciones nacionalistas de los pueblos, o los bucles melancólicos a los que se refiere Jon Juaristi hablando de otros nacionalismos. He disfrutado mucho con el libro, lo confieso, pero no sé si un lector menos dado a erudiciones y más a relatos divulgativos podrá leer la obra de corrido. Las notas que se atesoran al final de la obra son prescindibles para entender el relato, pero a menudo descubren nuevas claves de lectura. Si tuviera que quedarme con algún lugar concreto de este libro me quedaría con el capítulo dedicado al siglo XVIII y, en particular, a Montesquieu (ya conté algo sobre esto hace unos días).
Creo, sinceramente, que si un académico español hubiera escrito un libro semejante, los editores le habrían obligado a quitar notas y a descargarlo de apreciaciones filológicas. La alternativa habría sido publicar la obra en una editorial universitaria, para su difusión entre especialistas. Naturalmente, como se trata de un profesor de Harvard, no se ha contemplado esta posibilidad, pues el profesor de Harvard no puede escribir simplemente un mero libro divulgativo sin más. En realidad, estamos ante un libro de alta, muy altta divulgación donde el "gancho", es decir, la referencia a la búsqueda que el III Reich organizó para dar con el manuscrito más antiguo de la Germania, no constituye más que una pocas páginas finales. Antes está la larga Edad Media, el incipiente humanismo del norte de Europa, el complejo de inferioridad de los eruditos germanos que al final terminará siendo de superioridad, el pensamiento ilustrado, legitimador de las voluntades populares, o las mitologías nacionalistas del siglo XIX. En definitiva, el libro es una fiesta para los amantes de la historia cultural de los estudios clásicos, pero que los lectores menos exigentes no se llamen a engaño. FRANCISCO GARCÍA JURADO
sábado, 5 de mayo de 2012
miércoles, 2 de mayo de 2012
Una visión romántica de la literatura latina
Se ha discutido, se discute y se seguirá discutiendo aceca de lo clásico y lo romántico, esas dos categoría que una mujer inteligente y viajera, Madame de Staël, dejó establecidas para la posteridad en su libro dedicado a Alemania. Pues bien, es curioso observar cómo el movimiento romántico tiene una importantísima faceta filológica que no sólo permite ver la relación entre ambas cosas, sino, incluso, observar cómo nuestra moderna visión de la literatura clásica grecolatina tiene un inconfundible cuño romántico hoy día casi imperceptible, porque ya nos parece algo natural. Intento, pues, trazar algunos de los rasgos inconfundiblemene románticos, en particular para la literatura latina. He determinado cinco de esos rasgos para poder desarrollar un trabajo titulado "Los manuales de literatura latina en lengua española (1833-1868)". Voy a enumerarlos:
(a) La estética prerromántica del fragmento y del texto (aún) oculto
(b) La nueva forma de contar la literatura latina como un relato, una biografía colectiva, que la vuelve "literatura romana"
(c) La preferencia por lo arcaico, así como por lo popular frente a lo culto
(d) El gusto nacional, especialmente alemán o francés, y el uso decidido de una lengua moderna para hablar del mundo antiguo, frente al latín
(e) El problema de la originalidad de la literatura romana frente a la griega
Muchos nombres propios afloran tras estas ideas, en particular los de Angelo Mai, F. A. Wolf, B. G. Niebuhr, F. Schlegel, F. Schöll o Bernhardy. Todos ellos tienen en común la creación de una nueva forma de ver un patrimonio cultural heredado directamente de la erudición del siglo XVIII. Quizá el aspecto más visible sea el de los textos que vuelven a la vida, los palimpsestos, como los que descubrió el cardenal Angelo Mai, y que tanto inspiraron al poeta Giacomo Leopardi. Italia renacía como nación junto a "sus" clásicos.
En todo caso, Angelo Mai hizo de los palimpsestos un verdadero instrumento de resurección textual (el poeta Leopardi convertiría este milagro filológico en todo un emblema del romanticismo incipiente). Wolf, por su parte, convirtió la literatura romana en una biografía del pueblo romano, idea tan productiva que de ella nacieron los nuevos manuales escolares, tan lejanos ya de las bibliotecas eruditas del siglo XVIII. Niebuhr, por su parte, creó el mito de la Roma arcaica, que hizo posible que poetas como Macauly inventaran antiguas baladas romanas en sus "Lays of ancient Rome". Schelegel, tan ligado a la estética filobarroca, hizo de lo popular la clave del nuevo estudio literario. Schöll, prusiano que escribe en francés, llevó a sus manuales la cuestión del gusto nacional que ya aparecía en la obra "Alemania", de Madame de Staël. Bernhardy, finalmente, uno de los grandes continuadores de las ideas de Wolf, confirió a los manuales de literatura clásica la forma que ya reconocemos hasta hoy día. Esta somera enumeración es fruto de varios años de estudio. FRANCISCO GARCÍA JURADO
En todo caso, Angelo Mai hizo de los palimpsestos un verdadero instrumento de resurección textual (el poeta Leopardi convertiría este milagro filológico en todo un emblema del romanticismo incipiente). Wolf, por su parte, convirtió la literatura romana en una biografía del pueblo romano, idea tan productiva que de ella nacieron los nuevos manuales escolares, tan lejanos ya de las bibliotecas eruditas del siglo XVIII. Niebuhr, por su parte, creó el mito de la Roma arcaica, que hizo posible que poetas como Macauly inventaran antiguas baladas romanas en sus "Lays of ancient Rome". Schelegel, tan ligado a la estética filobarroca, hizo de lo popular la clave del nuevo estudio literario. Schöll, prusiano que escribe en francés, llevó a sus manuales la cuestión del gusto nacional que ya aparecía en la obra "Alemania", de Madame de Staël. Bernhardy, finalmente, uno de los grandes continuadores de las ideas de Wolf, confirió a los manuales de literatura clásica la forma que ya reconocemos hasta hoy día. Esta somera enumeración es fruto de varios años de estudio. FRANCISCO GARCÍA JURADO
lunes, 30 de abril de 2012
"Edades y sueños: una historia no académica de la mitología clásica en las literaturas modernas, de Marcel Schwob a Antonio Tabucchi"
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