Continuamos con la entrega final del artículo de María José Barrios Castro y Francisco García Jurado (“Nihil sapientiae odiosius acumine nimio. Séneca como máscara de Edgar Allan Poe”, Jenaro Costas Rodríguez (coord.), Ad amicam amicissime scripta. Homenaje a la profesora María José López de Ayala y Genovés. Volumen I, Madrid, Uned, 2005, pp. 409-417). Ahora, como si se tratara de una novela detectivesca, vamos a indagar en la intención que pudo tener Poe para crear esta supuesta cita latina de Séneca.
3. La intención del texto en la obra de Poe
Ligado a lo anterior, hay que partir del hecho de que Poe tenía unos excelentes conocimientos de latín[1], lo que confiere a la cita un valor que va más allá del mero ornamento. No se trata, por lo demás, del único texto latino que aparece en su obra. Si bien no todos los textos citados reciben el mismo trato a la hora de reflejar el cuidado o interés por ofrecer una localización concreta, la atribución a Séneca de este texto en cuestión no tiene más intención que crear un ficticio argumento de autoridad al lector.
En lo que respecta al asunto de la sabiduría frente a la agudeza excesiva, éste sirve de excusa a Poe para hacer una crítica a los matemáticos[2]. Así podemos verlo en el mismo relato de “La carta robada”, donde puede encontrarse, de paso, un interesante apunte sobre etimologías latinas:
“The mathematicians, I grant you, have done their best to promulgate the popular error to which you allude, and which is none the less an error for its promulgation as truth. With an art worthy a better cause, for example, they have insinuated the term 'analysis' into application to algebra. The French are the originators of this particular deception; but if a term is of any importance -if words derive any value from applicability- then 'analysis' conveys 'algebra' about as much as, in Latin, 'ambitus' implies 'ambition,' 'religio' 'religion,' or 'homines honesti,' a set of honorablemen” (Poe 1938: 217)
Esta crítica a los matemáticos, que puede encontrarse también en “Los asesinatos de la calle Morgue”, viene seguida una crítica análoga en lo que respecta a la recepción de los relatos mitológicos:
“Bryant[3], in his very learned 'Mythology,' mentions an analogous source of error, when he says that 'although the Pagan fables are not believed, yet we forget ourselves continually, and make inferences from them as existing realities.' With the algebraists, however, who are Pagans themselves, the 'Pagan fables' are believed, and the inferences are made, not so much through lapse of memory, as through an unaccountable addling of the brains. In short, I never yet encountered the mere mathematician who could be trusted out of equal roots, or one who did not clandestinely hold it as a point of his faith that x2+px was absolutely and unconditionally equal to q. Say to one of these gentlemen, by way of experiment, if you please, that you believe occasions may occur where x2+px is not altogether equal to q, and, having made him understand what you mean, get out of his reach as speedily as convenient, for, beyond doubt, he will endeavor to knock you down” (Poe 1938: 218)
En todo caso, Poe actualiza el viejo debate entre la sabiduría o el juicio y la agudeza o ingenio para aplicarlo ahora a los errores de adecuación de un tipo de conocimiento (como es el caso del analítico, identificado con la agudeza) en la resolución de problemas que exigen una visión simple y de conjunto. Puede observarse, por lo demás, una afinidad estrecha entre el contenido del relato y la propia cita, dado que en muchos casos es posible encontrar incluso una correspondencia entre las palabras mismas. En este sentido, hay una palabra que resulta esencial: acumen, que muy probablemente Poe interpreta desde la etimología (“agudo” > “agudeza”) y que, como ha visto Krajewski (1992)[4], puede tener correspondencia con el uso de unas agujas como instrumentos para la búsqueda de la carta.
“Why the fact is, we took our time, and we searched every where. I have had long experience in these affairs. I took the entire building, room by room; devoting the nights of a whole week to each. We examined, first, the furniture of each apartment. We opened every possible drawer; and I presume you know that, to a properly trained police agent, such a thing as a secret drawer is impossible. Any man is a dolt who permits a 'secret' drawer to escape him in a search of this kind. The thing is so plain. There is a certain amount of bulk -of space- to be accounted for in every cabinet. Then we have accurate rules. The fiftieth part of a line could not escape us. After the cabinets we took the chairs. The cushions we probed with the fine long needles you have seen me employ. From the tables we removed the tops” (Poe 1938: 212)
De igual forma, también puede encontrarse desarrollada la idea del adjetivo nimius:
“«Perhaps the mystery is a little too plain,» said Dupin.
«Oh, good heavens! who ever heard of such an idea?»
«A little too self-evident.»
«Ha! ha! ha - ha! ha! ha! - ho! ho! ho!» roared our visiter, profoundly amused, «oh, Dupin, you will be the death of me yet!»” (Poe 1938: 209)
Es más, la dudosa atribución del texto latino a Séneca puede ser considerada conforme a las claves mismas del relato. Hay, posiblemente, demasiados indicios para pensar que, en realidad, la frase guarda una estrecha relación con el sentido del relato y que a quien hay que adscribir este latín es a Poe. Un lector “demasiado agudo” se perdería en la selva de los textos de Séneca buscando infructuosamente el origen de la sentencia[5], de la misma forma que el inspector de policía buscaba la carta de manera infructuosa. Asimismo, el curioso aserto que encontrábamos junto al primitivo emplazamiento de la cita en el texto titulado “Los asesinatos de la calle Morgue” (“Nil sapientiae odiosius acumine nimio, is, perhaps, the only line in the puerile and feeble Seneca not absolutely unmeaning”) podía sugerir que el hecho de que ésta fuera la única sentencia del autor latino que, según Poe, no carecía absolutamente de sentido, invitaba a pensar, por exclusividad, que en realidad no era de Séneca.
4. Conclusiones
En su relato titulado "La carta robada", Poe cita una enigmática sentencia que atribuye a Séneca, si bien no es del autor latino. La cita opone el juicio o sabiduría (sapientia) al exceso de agudeza (acumen nimium), lo que nos hace pensar en una arraigada tradición cuyo mayor exponente puede encontrarse en Gracián. La posible relación de la sentencia con una enigmática imagen de la diosa romana Laverna invita a hacer, por su parte, una sugerente lectura en clave emblemática. En todo caso, parece que cualquier búsqueda para atribuir la cita a Séneca termina resultando infructuosa, como la búsqueda de la carta en el mismo relato. Poe sabe muy bien lo que dice este latín de la frase, y si bien es posible que se inspirara en citas latinas clásicas, se trata de una creación propia. Gracias a la cita se actualiza el viejo debate del juicio frente a la agudeza, conforme a una cuestión epistemológica relativa a la ciencia moderna: la verdad tiene propiedades de conjunto, de manera que es completa, holística, y no es el resultado de la suma de las partes.
Asimismo, siguiendo el mismo juego epistemológico del relato, hay que afrontar la cuestión de la atribución de la cita en la medida justa. Cuando Poe ofrece la autoría de Séneca, sin mayores pormenores, puede dar lugar a que un lector demasiado crédulo indague en la obra del autor latino para encontrar la referencia exacta. Otro tipo de lector más perspicaz, sin embargo, podría haber deducido, merced a la congruencia del propio contenido del relato y de la cita, que no se trataba de Séneca, sino del propio Poe. Hoy día, gracias al hipertexto, podemos adivinar en cuestión de segundos que la cita no pertenece a Séneca.
No queremos terminar este trabajo sin hacer una consideración de carácter general: lo importante que a veces puede llegar a ser el estudio detenido de una cita latina para la comprensión de un relato moderno. La que hemos estudiado aquí, en concreto, nos ha ofrecido la oportunidad de valorar en su conjunto los conocimientos filológicos, matemáticos y lógicos de Edgar Allan Poe.
BIBLIOGRAFÍA
Alciato (1975): Emblemas. Prólogo de Manuel Montero Vallejo. Preparación de textos y notas, Mario Soria, Madrid
Browne, R. W. (1853): A history of Roman classical litterature, London
García Jurado, F. (2000): "Plinio y Virgilio: textos de la literatura latina en los relatos fantásticos modernos. Una página inusitada de la tradición clásica", CFC (E.Lat.) 18, 163-216
García Jurado, F. (2002): "La modernidad de la literatura latina: la carta de Plinio el Joven sobre los fantasmas (Plin. 7, 27, 5-11) releída como relato gótico", Exemplaria 6, 2002, 55-80
Gracián, B. (2001): Agudeza y arte de ingenio. Edición, introducción y notas de Evaristo Correa Calderón. Tomo II, Madrid, 2001
Hayes, K. J. (2000): Poe and the printed word, Cambridge (UK) y New York
Krajewski, B. (1992): Traveling with Hermes, Massachusetts
Leland, C. G. (1899): Aradia or the Gospel of the Witches, London
Maturin, Ch. (1985): Melmoth el errabundo. Trad. de Francisco Torres Oliver, Barcelona
Menéndez Pelayo, M. (1944), Los grandes polígrafos españoles. Estudios y Bibliografía Menéndez-Pelayista, Santander
Poe, E. A. (1843): The prose romances of Edgar A. Poe, author of "the Gold-Bug," "Arthur Gordon Pym," "Tales of the grotesque and arabesque," etc. etc. etc. Uniform serial edition. Each number complete in itself. No. I. Containing The murders in the Rue Morgue and The man that was used up, Philadelphia (disponible en versión electrónica: http://www.eapoe.org/works/editions/proserc.htm -consultado el 30 de mayo de 2005)
Poe, E. A. (1938): The complete tales and poems of Edgar Allan Poe with an introduction by Hervey Allen, New York
Roscher, W. H. (1965): Ausführliches Lexikon der griechischen und römischen Mythologie, Hildesheim
Ligado a lo anterior, hay que partir del hecho de que Poe tenía unos excelentes conocimientos de latín[1], lo que confiere a la cita un valor que va más allá del mero ornamento. No se trata, por lo demás, del único texto latino que aparece en su obra. Si bien no todos los textos citados reciben el mismo trato a la hora de reflejar el cuidado o interés por ofrecer una localización concreta, la atribución a Séneca de este texto en cuestión no tiene más intención que crear un ficticio argumento de autoridad al lector.
En lo que respecta al asunto de la sabiduría frente a la agudeza excesiva, éste sirve de excusa a Poe para hacer una crítica a los matemáticos[2]. Así podemos verlo en el mismo relato de “La carta robada”, donde puede encontrarse, de paso, un interesante apunte sobre etimologías latinas:
“The mathematicians, I grant you, have done their best to promulgate the popular error to which you allude, and which is none the less an error for its promulgation as truth. With an art worthy a better cause, for example, they have insinuated the term 'analysis' into application to algebra. The French are the originators of this particular deception; but if a term is of any importance -if words derive any value from applicability- then 'analysis' conveys 'algebra' about as much as, in Latin, 'ambitus' implies 'ambition,' 'religio' 'religion,' or 'homines honesti,' a set of honorablemen” (Poe 1938: 217)
Esta crítica a los matemáticos, que puede encontrarse también en “Los asesinatos de la calle Morgue”, viene seguida una crítica análoga en lo que respecta a la recepción de los relatos mitológicos:
“Bryant[3], in his very learned 'Mythology,' mentions an analogous source of error, when he says that 'although the Pagan fables are not believed, yet we forget ourselves continually, and make inferences from them as existing realities.' With the algebraists, however, who are Pagans themselves, the 'Pagan fables' are believed, and the inferences are made, not so much through lapse of memory, as through an unaccountable addling of the brains. In short, I never yet encountered the mere mathematician who could be trusted out of equal roots, or one who did not clandestinely hold it as a point of his faith that x2+px was absolutely and unconditionally equal to q. Say to one of these gentlemen, by way of experiment, if you please, that you believe occasions may occur where x2+px is not altogether equal to q, and, having made him understand what you mean, get out of his reach as speedily as convenient, for, beyond doubt, he will endeavor to knock you down” (Poe 1938: 218)
En todo caso, Poe actualiza el viejo debate entre la sabiduría o el juicio y la agudeza o ingenio para aplicarlo ahora a los errores de adecuación de un tipo de conocimiento (como es el caso del analítico, identificado con la agudeza) en la resolución de problemas que exigen una visión simple y de conjunto. Puede observarse, por lo demás, una afinidad estrecha entre el contenido del relato y la propia cita, dado que en muchos casos es posible encontrar incluso una correspondencia entre las palabras mismas. En este sentido, hay una palabra que resulta esencial: acumen, que muy probablemente Poe interpreta desde la etimología (“agudo” > “agudeza”) y que, como ha visto Krajewski (1992)[4], puede tener correspondencia con el uso de unas agujas como instrumentos para la búsqueda de la carta.
“Why the fact is, we took our time, and we searched every where. I have had long experience in these affairs. I took the entire building, room by room; devoting the nights of a whole week to each. We examined, first, the furniture of each apartment. We opened every possible drawer; and I presume you know that, to a properly trained police agent, such a thing as a secret drawer is impossible. Any man is a dolt who permits a 'secret' drawer to escape him in a search of this kind. The thing is so plain. There is a certain amount of bulk -of space- to be accounted for in every cabinet. Then we have accurate rules. The fiftieth part of a line could not escape us. After the cabinets we took the chairs. The cushions we probed with the fine long needles you have seen me employ. From the tables we removed the tops” (Poe 1938: 212)
De igual forma, también puede encontrarse desarrollada la idea del adjetivo nimius:
“«Perhaps the mystery is a little too plain,» said Dupin.
«Oh, good heavens! who ever heard of such an idea?»
«A little too self-evident.»
«Ha! ha! ha - ha! ha! ha! - ho! ho! ho!» roared our visiter, profoundly amused, «oh, Dupin, you will be the death of me yet!»” (Poe 1938: 209)
Es más, la dudosa atribución del texto latino a Séneca puede ser considerada conforme a las claves mismas del relato. Hay, posiblemente, demasiados indicios para pensar que, en realidad, la frase guarda una estrecha relación con el sentido del relato y que a quien hay que adscribir este latín es a Poe. Un lector “demasiado agudo” se perdería en la selva de los textos de Séneca buscando infructuosamente el origen de la sentencia[5], de la misma forma que el inspector de policía buscaba la carta de manera infructuosa. Asimismo, el curioso aserto que encontrábamos junto al primitivo emplazamiento de la cita en el texto titulado “Los asesinatos de la calle Morgue” (“Nil sapientiae odiosius acumine nimio, is, perhaps, the only line in the puerile and feeble Seneca not absolutely unmeaning”) podía sugerir que el hecho de que ésta fuera la única sentencia del autor latino que, según Poe, no carecía absolutamente de sentido, invitaba a pensar, por exclusividad, que en realidad no era de Séneca.
4. Conclusiones
En su relato titulado "La carta robada", Poe cita una enigmática sentencia que atribuye a Séneca, si bien no es del autor latino. La cita opone el juicio o sabiduría (sapientia) al exceso de agudeza (acumen nimium), lo que nos hace pensar en una arraigada tradición cuyo mayor exponente puede encontrarse en Gracián. La posible relación de la sentencia con una enigmática imagen de la diosa romana Laverna invita a hacer, por su parte, una sugerente lectura en clave emblemática. En todo caso, parece que cualquier búsqueda para atribuir la cita a Séneca termina resultando infructuosa, como la búsqueda de la carta en el mismo relato. Poe sabe muy bien lo que dice este latín de la frase, y si bien es posible que se inspirara en citas latinas clásicas, se trata de una creación propia. Gracias a la cita se actualiza el viejo debate del juicio frente a la agudeza, conforme a una cuestión epistemológica relativa a la ciencia moderna: la verdad tiene propiedades de conjunto, de manera que es completa, holística, y no es el resultado de la suma de las partes.
Asimismo, siguiendo el mismo juego epistemológico del relato, hay que afrontar la cuestión de la atribución de la cita en la medida justa. Cuando Poe ofrece la autoría de Séneca, sin mayores pormenores, puede dar lugar a que un lector demasiado crédulo indague en la obra del autor latino para encontrar la referencia exacta. Otro tipo de lector más perspicaz, sin embargo, podría haber deducido, merced a la congruencia del propio contenido del relato y de la cita, que no se trataba de Séneca, sino del propio Poe. Hoy día, gracias al hipertexto, podemos adivinar en cuestión de segundos que la cita no pertenece a Séneca.
No queremos terminar este trabajo sin hacer una consideración de carácter general: lo importante que a veces puede llegar a ser el estudio detenido de una cita latina para la comprensión de un relato moderno. La que hemos estudiado aquí, en concreto, nos ha ofrecido la oportunidad de valorar en su conjunto los conocimientos filológicos, matemáticos y lógicos de Edgar Allan Poe.
BIBLIOGRAFÍA
Alciato (1975): Emblemas. Prólogo de Manuel Montero Vallejo. Preparación de textos y notas, Mario Soria, Madrid
Browne, R. W. (1853): A history of Roman classical litterature, London
García Jurado, F. (2000): "Plinio y Virgilio: textos de la literatura latina en los relatos fantásticos modernos. Una página inusitada de la tradición clásica", CFC (E.Lat.) 18, 163-216
García Jurado, F. (2002): "La modernidad de la literatura latina: la carta de Plinio el Joven sobre los fantasmas (Plin. 7, 27, 5-11) releída como relato gótico", Exemplaria 6, 2002, 55-80
Gracián, B. (2001): Agudeza y arte de ingenio. Edición, introducción y notas de Evaristo Correa Calderón. Tomo II, Madrid, 2001
Hayes, K. J. (2000): Poe and the printed word, Cambridge (UK) y New York
Krajewski, B. (1992): Traveling with Hermes, Massachusetts
Leland, C. G. (1899): Aradia or the Gospel of the Witches, London
Maturin, Ch. (1985): Melmoth el errabundo. Trad. de Francisco Torres Oliver, Barcelona
Menéndez Pelayo, M. (1944), Los grandes polígrafos españoles. Estudios y Bibliografía Menéndez-Pelayista, Santander
Poe, E. A. (1843): The prose romances of Edgar A. Poe, author of "the Gold-Bug," "Arthur Gordon Pym," "Tales of the grotesque and arabesque," etc. etc. etc. Uniform serial edition. Each number complete in itself. No. I. Containing The murders in the Rue Morgue and The man that was used up, Philadelphia (disponible en versión electrónica: http://www.eapoe.org/works/editions/proserc.htm -consultado el 30 de mayo de 2005)
Poe, E. A. (1938): The complete tales and poems of Edgar Allan Poe with an introduction by Hervey Allen, New York
Roscher, W. H. (1965): Ausführliches Lexikon der griechischen und römischen Mythologie, Hildesheim
[1] Véase a este respecto el Capítulo I, “The student and the book”, del documentado libro de Hayes (Hayes 2000: 1-16).
[2] Los problemas económicos de Poe durante su época de estudiante universitario le impidieron matricularse en el curso de matemáticas (Hayes 2000: 14-15).
[3] Se trata de A New System or an Analysis of Ancient Mythology, de Jacob Bryant (First edition in two volumes 1774; Second edition in two volumes 1775; Volume 3 added 1776. Third edition in six volumes 1807).
[4] “Krajewski (1992) remarks that both Lacan and Derrida have overlooked the «Seneca» quotation that prefixes The Purloined Letter. Johnson´s only remark on it is that it is from Seneca and not from Seneca. This quotation, Nil sapientiae odiosius acumine nimio, deserves a little more attention. Krajewski translates it as «Nothing is more detestable to wisdom than too much subtlety». Yet acumine has a more obvious meaning than «subtlety»: it is accuracy, Latin acumen, «a point to prick or sting with» -the very property of those «fine long needles» with which the police probed the Minister´s apartment. To be wise is to know when a different approach is called for: it is to understand the limitations of accuracy” (tomado de R.D. Smith, Thinking again cap. 12 “Foregrounding the text: language and logocentrism” http://www.dur.ac.uk/r.d.smith/logocentrism.html -consultado el 8 de abril de 2005-).
[5] Tampoco debe descartarse una posible lectura hermética de la sentencia latina, como sugiere el anagrama ANNOS que se extrae de la recolocación de las letras iniciales de cada palabra.
1 comentario:
gracias por su trabajo
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