domingo, 12 de julio de 2009

FELICES TRES VECES Y MÁS: HORACIO EN HARVARD


La zona más antigua de la Universidad de Harvard es la que se conoce como Harvard Yard. Es un lugar delimitado y tranquilo que contrasta ciertamente con el bullicio de Harvard Square, llena de tiendas y otros servicios. Dentro de Harvard Yard podemos encontrar algo así como dos grandes parques rectangulares en torno a los cuales se reparten los venerables edificios. Uno es el Old Harvard Yard, el lugar fundacional de la universidad, en 1636, y el otro, más reciente, es lo que se conoce como el Tercentenary Theater, que es donde está, entre otros edificios, la famosa biblioteca Widener. Precisamente, paseando alrededor de Harvard Yard por la Massachusetts Avenue, ya casi llegando a Harvard Square, encontré dos puertas de entrada simétricas y coronadas cada una por dos versos en latín. En la puerta de la izquierda se podía leer lo siguiente:
Felices ter et amplius,quos inrupta tenet copula nec malis
Una traducción de urgencia nos permite entender: “Felices tres y más veces aquellos a los que una unión no rota mantiene ligados y no con malos...”. Falta texto para entender el sentido completo, que rápidamente encontramos encima de la puerta de la derecha:
divulsus querimoniis suprema citius solvet amor die.
El texto siguiente nos permite ver que el “malis” anterior debe unirse a la palabra “querimoniis”: “... (y) su amor, desgarrado (por malos) lamentos, no se disolverá antes de que llegue el día final”. Los buenos estudiantes de latín de otro tiempo habrían reconocido rápidamente que se trata de los versos 17-20 de la famosa Oda 13 del libro I de Horacio, el poema que ensalza la unión duradera y que tanto se han releído y traducido a lo largo del tiempo. Entiendo que a las puertas de Harvard tales versos pueden hablarnos sobre la propia unión de los estudiantes con su propia universidad. Los turistas hoy día apenas reparan en estas cosas. Sí he visto que en Harvard estos versos se siguen recordando, y se habla de ellos incluso en libros recientes que sirven para explicar la universidad. El otro día, por cierto, encontré a un señor intentando leerlos, y me atreví a decirle que eran versos de Horacio, del poeta latino. No podéis imaginaros la cara de espanto que puso.
Felices tres veces y más veces son aquellos
a los que mantiene una sólida unión, ni su amor,
arruinado por malos lamentos,
se disolverá antes del día final.
Francisco García Jurado
H.L.G.E.

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